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¿Celulitis, grasa localizada? Son dos de las imperfecciones que más dañan y afectan la estética corporal y salud emocional de quienes la padecen. En su mayoría mujeres tienen que lidiar con esta incómoda afección, pero, si quieres acabar con ella, la carboxiterapia se une a los tratamientos que mejor le presenta batalla, ello gracias a que emplea el CO2.
Al tratarse de celulitis y grasa localizada sabemos que son dos de las imperfecciones que nos piden tener paciencia para poder tratarla y por fin desaparecerles. En el caso de la corboxiterapia es igual y necesitarás complementarla con buenos hábitos para que los resultados sean definitivos; por ejemplo: una dieta sana y equilibrada, líquidos y en especial, olvidarse de llevar una vida sedentaria.
Aplicar CO2 en el cuerpo es una técnica que ya lleva tiempo. Surgió en Francia a mediados del siglo pasado con el objetivo de tratar la grasa acumulada y corregir problemas de mala circulación.
Beneficios de la carboxiterapia
Gracias al CO2 se produce hiperdistensión de tejidos subcutáneos, lo cual permite la liberación de algunas sustancias, tales como:serotonina, histamina, catecolamina y bradiquinina; estas sustancias participan en la eliminación de grasa.
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Este tipo de gas en combinación con masajes mejora la propagación por el cuerpo, lo cual mejora en gran nivel el flujo sanguíneo y logra aportar así algunos nutrientes. Otra aportación al igual de importante es que beneficia a nivel interno y externo. En el nivel interno se destruye la grasa, mientras que a nivel externo mejora el aspecto de la piel.
Principales usos CO2
Debido a los múltiples beneficios que se obtienen por el CO2, es un gas que ha venido a revolucionar los tratamientos médicos estéticos y por lo tanto, se perfila como uno de los mejores para vencer importantes afecciones corporales: celulitis, estrías y flacidez.
Sin embargo, no todo termina allí, puesto que tiene una aplicación más. En el caso de presentar grasa localizada, es un hecho que se logra reducir el volumen. Así también, es el candidato ideal para aplicar en casos de pre y post lipoescultura.
Por otra parte, el CO2 no solo se emplea para la eliminación de grasa localizada, sino que también es perfecto para eliminar ojeras, bolsas en los ojos, tratar problemas de varices y limpiar toda impureza que haya dejado el padecer acné.
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¿Quiénes no son candidatos?
Debe quedar claro que, los pacientes que sí pueden disfrutar de sus amplios beneficios son aquellas personas que cuentan con un perfecto estado de salud. No obstante, quienes no pueden someterse a éste son las personas que presentan insuficiencia hepática, asma, infecciones en la piel, epilepsia, problemas de circulación, problemas de hipertensión y padecimientos renales.
Al igual, si te encuentras en periodo de gestación, este tratamiento no es recomendable, tampoco en el caso de lactancia o cuando presentes tu periodo menstrual. Asimismo, tendrás que hacer pausa para ir por este tratamiento cuando presentes resfriado, tendrás que esperar hasta que tu salud haya mejorado.
El procedimiento
El tratamiento se lleva a cabo vía subcutánea. En el área a tratar se introduce dióxido de carbono por medio de aguja fina, 0,3 mm de diámetro. Para introducir el gas, éste es por medio de un equipo especial, el cual permite llevar un control preciso de la cantidad de gas a suministrar: volumen y presión.
Una vez que se hayan realizado las inyecciones, el personal especialista se encarga de realizar un masaje en el área tratada, lo cual mejora la distribución y efecto del CO2.
Otro aspecto importante a considerar de dicho tratamiento, es que se necesitarán más sesiones; pero, todo dependerá de las necesidades del paciente y el estado que presente la zona a tratar. Una sesión suele durar un aproximado de 10 a 15 minutos.
No olvides que, como todo tratamiento o procedimiento estético, antes de someterte es necesario que acudas por profesionales, quienes cumplan con una adecuada formación y experiencia. En este caso, investiga acerca de profesionales que apliquen carboxiterapia. Al igual, asegúrate que el material que utilice se encuentre esterilizado. En cuanto al CO2, éste debe ser de uso medicinal y debe cumplir con un 99% de pureza.
¿Es doloroso el tratamiento?
Doloroso no, pero quizá un poco incómodo. Es normal que al inyectar el gas el paciente presente una sensación de ardor, quemazón y presión sobre la piel.
¿Qué sigue después del tratamiento?
Si el tratamiento de carboxiterapia es bien realizado, el paciente puede regresar a casa al instante y seguir con su rutina diaria. Sin embargo, se recomienda que a los días siguientes beba bastante agua, lo cual ayudará a remover toxinas y a depurar el gas del tratamiento.
Cuando el CO2 se inyecta, éste se absorbe de manera natural por el organismo tras algunos días después del procedimiento.
Es normal que la zona tratada luzca con mayor volumen, pero no habrá de qué preocuparse, ya que este efecto secundario desaparece tras transcurrir 72 horas.
Cuando la aplicación se haya realizado en áreas como piernas o brazos, la sensación de dolor es más prolongada. Toda molestia asociada desaparee en un plazo de entre 24 a 48 horas. Si presentas pesadez en las extremidades, no te preocupes, es normal.
Entre otros síntomas secundarios que pueden llegar a manifestarse son: dolor de cabeza, enrojecimiento del área tratada, aparición de pequeñas ronchas y hormigueo.
Sin embargo, antes de iniciar con el tratamiento, el especialista te deberá informar a detalle los efectos que se pueden presentar después de aplicar carboxiterapia. No obstante, si presentas algo irregular a lo que te hemos compartido, es necesario que te pongas en contacto con tu médico.
¿Cuánto tarda en hacer efecto la carboxiterapia?
Los efectos por la carboxiterapia dependerán de acuerdo a la zona tratada y los motivos por los cuáles se haya aplicado. Asimismo, también dependerá mucho de los cuidados que el paciente haya realizado.
Al tratarse de celulitis o grasa acumulada el paciente deberá combinar con buenos hábitos, de tal manera que los efectos se harán visibles y permanecerán por mucho más tiempo.
Ahora bien, el tratamiento se puede realizar de una o dos veces por semana. El número de sesiones normales es entre 16 y 20; en sí, los efectos comienzan a visualizarse tras la sexta sesión.
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