La lipoescultura es una intervención que permite modificar algunas áreas del cuerpo a través de la eliminación y el reposicionamiento de las células de grasa. El término lipoescultura se utiliza para indicar la cirugía estética destinada a remodelar la silueta mediante el uso de exceso de grasa. La lipoescultura es un procedimiento que involucra la utilización de la liposucción para quitar grasa de las zonas localizadas pero en ningún caso son procedimientos iguales.
La lipoescultura junto a la liposucción está en la categoría de técnicas quirúrgicas para el contorno del cuerpo. A diferencia de la liposucción, donde la grasa se aspira y se elimina exclusivamente para darle al cuerpo una silueta más delgada, la lipoescultura permite una remodelación real del perfil del cuerpo a través de acciones de relleno que dan armonía a toda la figura.
La grasa extraída una vez tratada puede utilizarse para rellenar y dar forma a diversas áreas del cuerpo y la cara, como las caderas de los glúteos, pero también el área pectoral y abdominal. La grasa tratada se inyecta en las regiones a esculpir a través de la inserción de cánulas que permiten una posición extremadamente precisa. En los últimos años, la disponibilidad de microcánulas innovadoras de 0,8 o 0,9 mm de diámetro ha permitido intervenir fácilmente incluso en áreas pequeñas de la cara, como el área del párpado y el área orbital, para corregir y rellenar arrugas de expresión en la cara o incluso en el área de la nariz y pómulos para modificar su perfil.
La cirugía se realiza a menudo para completar un procedimiento de liposucción, o después de una pérdida de peso importante, después de lo cual es necesario redefinir los volúmenes y la proporción del cuerpo. No se trata de quitar grasa sino de cambiar a forma del cuerpo con un cambio de volumen de las zonas tratadas.
Está especialmente indicada para aquellos que desean remodelar su cuerpo, a través de una redefinición y redistribución de volúmenes. Nuestro cuerpo a veces tiene depósitos de grasa que son difíciles de eliminar con el ejercicio o con dietas bajas en calorías, para eliminarlos es necesaria la cirugía.
La lipoescultura no es una alternativa para combatir la obesidad, sino que se considera un método útil para remodelar el perfil del cuerpo mediante la eliminación de la grasa ubicada en algunas partes del cuerpo, como flancos, glúteos, muslos, tobillos y rodillas. La diferencia, tras la cirugía, se percibirá más en el espejo que en la báscula. Es por ello, que el paciente idóneo es aquel que tiene un estilo de vida saludable y no muestra problemas de sobrepeso, pero que, sin embargo, acumula grasa en regiones muy localizadas.
El perfil ideal es, por lo tanto, un sujeto que goza de buena salud, peso normal, con acumulaciones de grasa localizada, y con un buen tono y un alto grado de elasticidad de la piel. Los sujetos que se encuentran en una situación de sobrepeso leve pueden someterse a esta cirugía, aunque los resultados que pueden obtenerse serán ciertamente menos efectivos. Por este motivo, lo ideal es realizar la lipoescultura y después (aprovechando la fuerza de retracción de la lipoescultura) la dieta.
Dado el importante papel desempeñado por el tejido epidérmico en este tipo de tratamiento, es fundamental recordar que la edad puede ser un límite para lograr resultados óptimos. En las personas mayores, la pérdida de elasticidad natural de la piel podría comprometer el resultado de la operación. Será tu cirujano de confianza el que evaluará tu caso y te recomendará la mejor intervención.
La primera visita es definitivamente el mejor momento para obtener las respuestas de tu cirujano. No dudes en exponer todas tus dudas y preguntas antes de someterte a una operación, establecer una relación de confianza y sinceridad con tu cirujano es muy importante.
Como la lipoescultura es una intervención personalizada, es necesario un análisis cuidadoso del paciente para escuchar las demandas y acordar las áreas del cuerpo que se tratan. Es necesario un historial médico preciso del paciente antes de realizar la cirugía para excluir problemas de coagulación de la sangre, presión o cicatrización. Con este fin, el médico puede prescribir análisis de sangre específicos y una radiografía de tórax, especialmente en el caso de los fumadores.
En este punto, antes de establecer una fecha para la cirugía, el cirujano te dará indicaciones sobre cómo prepararte para la cirugía, si es necesario seguir una dieta particular o dejar de tomar ciertos medicamentos.
La operación generalmente se realiza bajo anestesia local para facilitar el curso operatorio, que generalmente no es muy doloroso y de rápida recuperación.
Al igual que con cualquier tipo de cirugía, es recomendable dejar de fumar al menos 3 semanas antes y después de la operación, para no comprometer el resultado de las cicatrices.
El médico puede prescribir profilaxis antibiótica y, en el caso de la extracción de grandes cantidades de grasa, profilaxis antitrombótica basada en heparina. Esta profilaxis se recomienda para intervenciones que duren más de 3 horas, debe iniciarse al menos 12 horas antes de la intervención y debe continuar en los siguientes 10 días.
El éxito de esta técnica se debe en gran parte a la posibilidad de utilizar material orgánico tomado del cuerpo del paciente, lo que permite que las células de grasa trasplantadas se adapten al tejido donde se inyectaron, diversificándose por la acción de factores de crecimiento específicos.
Al empezar la operación, el cirujano inyecta en las áreas afectadas una dosis de la solución de Klain. Esta mezcla contiene anestesia, epinefrina, un fármaco con acción vasoconstrictora que reduce la pérdida de sangre y solución salina que favorece la disolución de las grasas. En este punto, es necesario esperar de 10 a 15 minutos para que se aplique la anestesia e inmediatamente después de que comience la fase de succión, se realizan cortes donde se insertan cánulas de 3 a 4 mm de diámetro conectadas a una bomba o jeringa.
El cirujano extrae la grasa de manera uniforme, lo que reduce el riesgo de deformidad y residuos irregulares. Esta técnica tiene el gran beneficio de permitirle al cirujano un excelente control de la remodelación, lo que le permite predecir el resultado final durante la fase de aspiración.
En este punto, la grasa se trata mediante centrifugadoras a 3.000 rpm, que permiten separar la grasa útil de los componentes aceitosos y el suero. Las células grasas tratadas de este modo se vuelven a inyectar en las áreas que se remodelarán para aumentar su volumen. Las suturas realizadas por el cirujano cerca de las incisiones de inserción de las cánulas son pequeñas y permiten una cicatrización de tamaño insignificante.
El paciente tendrá que utilizar durante un mes aproximadamente una faja o vendaje elástico sobre la zona tratada para ayudar a la piel a adaptarse a su nueva figura.
En los días posteriores a la operación, el paciente puede experimentar malestar y dolor en el área tratada, el médico puede prescribir medicamentos analgésicos para la comodidad del paciente. Recomendamos un período de descanso de 48 horas, mientras que el trabajo se puede reanudar en los próximos 4 o 5 días.
En el postoperatorio no hablamos de dolor, sino solo de incomodidad. Porque acumulamos agua y los primeros días son un poco incómodos, aunque depende del umbral de dolor de cada persona.
Los resultados se pueden apreciar ya en las primeras semanas, una vez que se reducen la inflamación y el edema cerca de las heridas. Los pacientes que se someten a este tipo de tratamiento a menudo se encuentran muy satisfechos, ya que la remodelación de la piel de las áreas tratadas parece más tonificada y desaparecen las imperfecciones de la celulitis y el efecto de piel de naranja en las nalgas y los muslos.
Las cicatrices son casi invisibles o, por pequeñas que sean, se recomienda seguir constantemente los controles médicos para garantizar la ausencia de complicaciones.
Los resultados obtenidos son definitivos, pero requieren algunas precauciones para el mantenimiento: es recomendable asociar una dieta equilibrada con una actividad física constante para evitar la formación de nuevo tejido adiposo.
Para minimizar la posibilidad de efectos secundarios no deseados, siempre es necesario contactar a un cirujano plástico que haya adquirido la experiencia adecuada en este tipo de tratamiento. Los efectos secundarios más comunes suelen ser:
Hay que tener en cuenta que el cirujano realiza la aspiración sin poder ver los tejidos directamente. Por lo tanto, siempre es recomendable consultar a especialistas con mucha experiencia para evitar posibles riesgos y presentarse en todos los controles postoperatorios para verificar la ausencia de infecciones o hemorragias, que sin embargo constituyen un riesgo bajo.
Hay que recordar que la lipoescultura es una cirugía de contorno corporal que no sustituye los beneficios de una dieta saludable y actividad física constante.
Si extraemos una cantidad concreta de células de una zona del cuerpo, éstas no volverán a aparecer pero podemos engordar en otras zonas en las que la grasa sí pueda instalarse.
Aunque la intervención es de corta duración y los resultados son apreciables de inmediato, será necesario esperar al menos 6 meses para apreciar el resultado final.
En los últimos años, el avance tecnológico en el campo médico ha permitido el desarrollo de nuevas técnicas de lipoescultura menos invasivas, y enumeramos algunas de las más difundidas.
A menudo, incluso en la literatura científica, los términos liposucción y lipoescultura se usan como sinónimos, a continuación detallaremos las diferencias entre los dos tipos de intervenciones:
Liposucción: Secpre (no date) Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética. Available at: https://secpre.org/liposuccion (Accessed: April 17, 2024).
US National Library of Medicine National Institutes of Health. (2020). Postoperative Complications and Patient Satisfaction After Abdominal Etching: Prospective Case Series of 25 Patients.. [online] Available at: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/p... [Accessed April 17, 2024].