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El sudor en las personas es completamente normal que suceda. La función de sudar tiene como objetivo refrigerar el cuerpo a modo de que la temperatura corporal se mantenga en el nivel adecuado. Es necesario, de lo contrario podría traer problemas a la salud.
Al hacer ejercicio es muy normal que la persona sude; lo mismo ocurre cuando estamos ante una temperatura de clima alta o cuando estamos en situaciones estresantes. Hasta aquí todo parece normal, pero el problema comienza cuando el nivel de sudoración no se puede controlar y se produce en cualquier momento sin tener algún motivo del porque sudar, a esto se le llama hiperhidrosis.
Tipos de hiperhidrosis
En porcentaje, se estima que al menos el 3% de la población a nivel mundial presenta hiperhidrosis. Sin embargo, este problema, sudar en exceso, no sólo afecta su estética, sino que también repercute en su calidad de vida.
Por lo regular las personas que presentan este padecimiento tratan de disimular su excesiva sudoración con más capas de ropa, lo cual sólo logra empeorar el problema, puesto que la temperatura corporal aumenta.
Pareciera que todos los casos de hiperhidrosis son lo mismo, pero no es así. Existen dos tipos de hiperhidrosis, la primaria y la secundaria. En la primera se afecta partes corporales como las manos, axila, cara o pies. Mientras tanto, en la secundaria suele suceder precisamente a causa de un efecto secundario que afecta a la salud. Pueden suceder por razones hormonales como embarazo o menopausia.
¿Por qué la hiperhidrosis?
La sudoración en exceso tiene relación a una hiperactividad de las glándulas sudoríparas. Cabe mencionar que este problema no es permanente, puesto que hay personas que presentan hiperhidrosis en determinadas etapas de su vida o por alguna alteración de su salud.
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Tratamientos para la hiperhidrosis
Para las personas que presentan una hiperhidrosis en determinados casos, se puede tratar a base de antitranspirantes a bases de sales de aluminio. Este tipo de producto logra atacar las glándulas sudoríparas y es así como se reduce la sudoración.
Es importante mencionar que el uso de antitranspirantes se debe realizar por las mañanas y por la noches.
Toxina botulínica
El rey de la medicina estética. En artículos anteriores siempre hablamos del Toxina botulínica y sus beneficios estéticos, sin embargo hoy toca el turno de mencionar sus efectos médicos y es que esta sustancia es capaz de combatir la hiperhidrosis.
A través de una pequeña dosis se logra bloquear la transmisión de señales a las glándulas sudoríparas, es así como se logra inhibir la sudoración.
Una de las ventajas principales a través de este tratamiento, es que se consiguen efectos inmediatos, aunque no permanentes. Sin embargo, La toxina botulínica es un tratamiento que puede ser aplicado nuevamente.
Tratamiento eléctrico
Este tratamiento consiste a base de iones en la piel mediante una corriente eléctrica. Es esta corriente la que se encarga de desconectar de manera temporal las glándulas. Por lo regular, este tipo de tratamiento se aplica en suduración excesiva de manos y pies.
Micro-Ondas
En la actualidad ya se disponen de diversos tratamientos que logran tratar la hiperhidrosis y sin la necesidad de tener que pasar por quirófano. Uno de los tratamientos son las micro-ondas, el cual se encarga de destruir las glándulas responsables de la sudoración. Es muy común utilizarlo en la zona de las axilas y cabe mencionar que en este caso los resultados sí son definitivos.
Tratamiento farmacológico
En ocasiones los medicamentos sí son eficaces para combatir la sudoración excesiva, en especial se utiliza medicación anticolinérgica. Lo que se encarga de hacer este tipo de tratamiento es evitar la estimulación de glándulas sudoríparas, es por ello que se reduce la sudoración excesiva. Estos fármacos son muy comunes al tratar la hiperhidrosis secundaria.
Al tratarse de un medicamento es de suma importancia acudir únicamente con un especialista y evitar la automedicación.
Intervención quirúrgica
Así es, para combatir la hiperhidrosis también se puede lograr mediante cirugía. Este procedimiento se basa en cortar aquellos nervioso que transmiten los impulsos nerviosos hasta las glándulas sudoríparas. Para llevarse a cabo es necesario utilizar anestesia general; realizar dos pequeñas incisiones en la zona de la axila. A través de estos pequeños orificios se mete una pequeña cámara a fin de localizar los nervios para después cortarlos y evitar la sudoración, es decir, los resultados ante un procedimiento quirúrgico sí son permanentes.
Después del procedimiento y una vez hayan transcurrido de 12 a 24 horas el paciente se da de alta. Para mostrar una recuperación total se requiere de 15 días. De igual manera, al ser una cirugía conlleva efectos secundarios. Es probable que la sudoración ahora se presente en otra zona corporal, la cual puede ser leve.
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Recomendaciones para controlar la sudoración
La sudoración se puede controlar mediante fáciles consejos de llevar a cabo. Si bien sabemos, una sudoración atrae problemas y afecta la calidad de vida de las personas.
- Una manera para evitar la sudoración es no consumir alimentos especiados: café y alcohol.
- Es necesario evitar directamente la exposición solar y vestir ropas confeccionadas con fibras naturales para que se permita la transpiración.
- Si eres de esas personas en las que el sudor se marca en las axilas, te puedes auxiliar de forros protectores para axilas. Son fáciles de utilizar, basta con pegarlos en la prenda y además son discretos.
- Otra recomendación, no menos importante, es vestir colores que disimular las manchas del sudor. Asimismo, es de vital importancia que realices higiene diaria y utilices un antitranspirante de calidad.
Puedes conocer la experiencia de otras personas que padecen esta misma enfermedad aquí
