Los candidatos ideales para someterse al tratamiento de hilos tensores son hombres y mujeres entre 35 y 65 años, que deseen rejuvenecer su aspecto sin recurrir a procesos quirúrgicos. Pacientes más jóvenes con mejilla y frente comba por debilitamiento muscular también son elegibles.
No hay una edad concreta para someterse al tratamiento, pero es aconsejable hacerlo cuando aparezcan los primeros signos de arrugas y de envejecimiento, ya que así será más sencillo corregir esas arrugas y esa flacidez. Los hilos funcionan también como previsión ante la posible aparición de más arrugas en un futuro. Es aconsejable no esperar mucho para someterse a un tratamiento de hilos tensores, ya que es un procedimiento poco efectivo en casos de edades muy avanzadas, en los que los más probable es que sea necesario recurrir a cirugía estética.
Los hilos tensores son muy efectivos en casos de moderada flacidez y laxitud en partes del rostro como cejas, mejillas, ojos y cuello. También funcionan en casos de pacientes que se sometieron a liftings previamente, pero los efectos están desapareciendo.
El tratamiento de hilos tensores es desaconsejable para pacientes con problemas cutáneos o con una piel debilitada por el envejecimiento y que ya se encuentra fina y frágil. Asimismo, los pacientes con mandíbulas fuertes y caídas en la zona facial posiblemente tampoco serán elegibles. La mujeres embarazadas o que estén amamantando tampoco podrán someterse a un tratamiento de hilos tensores.