El post operatorio de una cirugía de papada conlleva algunos cuidados que hay que tener en cuenta. Por una parte, el paciente deberá permanecer en la clínica por unas 4 o 5 horas transcurrida la intervención, en la que el cirujano se cerciorará que no hay complicaciones asociadas a la operación dando de alta al paciente para que continúe con la recuperación en su hogar.
Así mismo, el cirujano le recetará algunos analgésicos y antinflamatorios para evitar posibles molestias e hinchazón. Para asegurar una correcta recuperación se le indicarán bandas compresoras que ayudarán a contraer la piel de la zona tratada durante 48 horas.
Además, le pedirá al paciente que tenga especial cuidado con la zona del cuello, evitando realizar movimientos bruscos y que al momento de darse un baño, cuide la temperatura del agua, que no sea muy caliente, sino más bien tibia.
Por otro lado debe evitar fumar, ya que esto afecta directamente a la oxigenación de la sangre y la circulación sanguínea, por tanto a una correcta cicatrización. Tampoco podrá exponerse al sol durante los primeros días y deberá suprimir cualquier actividad física durante al menos 1 mes.
El retiro de las suturas o puntos se realiza entre el 5 y los 12 días después de la operación y la posible inflamación comenzará a decaer a partir del quinto día.
El tiempo de recuperación es variable, pero por lo general la persona puede volver a su rutina normal en un período de 7 días.