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Hace algunos años, hablar de las partes íntimas era considerado un tema muy criticado; y qué decir cuando en ésta se realizaba una cirugía. Pero en la actualidad esto ya se ha superado, es cada vez más la información que sale a la luz sin ninguna vergüenza y el índice de mujeres interesadas en una cirugía íntima va cada vez más en aumento a fin de lograr verse y sentirse bien.
Hoy en día existen procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos que ayudan a mejorar la estética de las partes íntimas, por ejemplo, la labioplastia es un procedimiento que se encarga de modificar el tamaño de los labios menores, mejorando así el aspecto de esta zona. Aunque, la labioplastia también se elige para tratar problemas de salud, ya que hay mujeres que presentan un exceso de tamaño en sus labios menores y representan grandes molestias.
El que los labios menores presenten anormalidad en su tamaño se debe a diversos factores: hormonales, envejecimiento, partos, práctica de algunos deportes, enfermedades, etc. Las molestias que se presentan terminan por afectar la vida cotidiana de la mujer e incluso al momento de mantener relaciones sexuales; por este y otros motivos más, la labioplastia se convierte en un procedimiento necesario.
La intervención
El procedimiento es ambulatorio, lo que significa que solo se aplicará anestesia local y que la intervención es sencilla, ya que puede durar entre una y dos horas como máximo, todo depende del grado de modificación estética que se deba realizar. La ventaja de ser ambulatoria, es que la paciente puede regresar a su casa una vez finalice la intervención y poco a poco podrá ir reincorporándose a sus actividades normales.
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La cirugía consiste en eliminar el exceso de piel que presentan los labios menores y en corregir la simetría que éstos presenten. Se realiza una sutura con hilo reabsorbible, por tanto, no requerirá que después se retiren los puntos, éstos se desprenderán en un plazo máximo de tres semanas.
Debido a que la piel de esta zona es mucosa, las cicatrices no significan ningún problema, puesto que la piel les permite desaparecer conforme transcurre el tiempo.
Al ser un procedimiento ambulatorio y sencillo, no queda exento de algunos riesgos, los cuales son muy comunes en todo tipo de intervención: sangrado, infección, problema de cicatrización.
No obstante, a fin de asegurar óptimos resultados, es necesario acudir por profesionales expertos en labioplastia y seguir al pie de la letra cada uno de los cuidados que dicte en el postoperatorio. Ahora bien, quizá presentes dudas acerca de la sensibilidad de la zona, no te preocupes, ya que no se pierde la sensibilidad con el procedimiento, puesto que no se tocan los nervios genitales.
Preparación para la intervención
Toda cirugía se acompaña de un pre y postoperatorio, la labioplastia no se escapa de ello; entonces, antes de entrar a quirófano será necesario que la paciente comience a prepararse.
Antes de ser intervenida, es necesario que la paciente pase a revisión ginecológica, donde se realizarán análisis y pruebas que confirmen que se encuentra apta para someterse a este tipo de cirugía. Al igual, en el preoperatorio es necesario que la paciente evite ingerir medicamentos como aspirinas o aquellos que signifiquen un problema para la coagulación. Asimismo, se deben dejar de lado algunos hábitos como fumar.
Por lo menos días antes de la cirugía se recomienda lavarse la zona con jabón neutro, evitando geles antibacteriales o jabones perfumados.
Una vez llegue el día de la cirugía, es necesario vestir ropa cómoda, evitando que exista roce en la zona intervenida. Al igual, es necesario seguir todos los consejos que el médico señale antes y después de la intervención.
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¿Qué se espera una vez realizada la cirugía?
Cada paciente presenta diferente grado de molestias posteriores a la cirugía; no todas van a presentar el mismo nivel de inflamación. Durante las 48 horas siguientes, es normal que la zona muestre hematomas y luzca inflamada, lo cual ocasiona que la paciente tenga dificultad al momento de caminar. A fin de apalear este tipo de molestias, se recetan analgésicos y antiinflamatorios.
Se recomienda que la paciente guarde reposo durante los primeros días, ayudando así a mejorar la inflamación y el evitar padecer más molestias.
Respecto a la higiene, se aconseja limpiar la zona con agua fría o tibia y secarla con la ayuda de una toalla, dando pequeños toquecitos. Tras transcurrir las primeras 48 horas, la paciente puede llegar a padecer fiebre e incluso leves sangrados; en este caso será necesario aplicar compresas frías, pero jamás hielo.
En el postoperatorio, lo más recomendable es que la paciente beba agua y zumos a fin de mantenerse hidratada. Para no afectar este proceso, es necesario evitar bebidas que contengan gas (refresco); bebidas como alcohol, café y té. En esta etapa lo mejor es consumir vitamina C y una vitamina rica en proteínas.
Al igual, la paciente debe asegurarse de tomar los medicamentos en tiempo y forma, únicamente los que su médico le prescribió. Pero, si las molestias continúan y en vez de reducirse se agravan, es importante que acudas de inmediato al médico para que sea él quien cambie el medicamento o valore qué está pasando.
Tras pasar dos o tres días, la paciente podrá volver a su vida normal y se irá integrando a ésta conforme transcurren los días. No obstante, es recomendable que durante un mes evite realizar esfuerzo y evitar mantener relaciones sexuales, de lo contrario la zona intervenida. Lo que se busca es que la zona no resulte dañada.
Es importante que se siga al pie de la letra todas las indicaciones que el médico le señale a la paciente, ello con el objetivo de tener una pronta recuperación y resultados de calidad.
Labioplastia y relaciones íntimas
Obviamente las relaciones íntimas durante las primeras semanas se deben evitar, puesto que la zona intervenida hasido la zona genital; por tanto, nada de contacto ni relaciones. Aún así, es el especialista quien determina el momento en que la zona se encuentra recuperada y ahora sí se puede mantener relaciones sexuales.
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